lunes, 11 de mayo de 2009

LA INFLUENZA PORCINA (Profr. Amador Velasco Tobón)

LA INFLUENZA PORCINA

Independientemente de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le cambió el nombre a la influenza porcina por humana, lo cierto es, por antecedentes históricos y científicos, que las mutaciones de virus se dan entre animales (aves y cerdos principalmente) con humanos, como fue el caso de la gripe aviar que se dio en 1918 y se originó en España, muriendo alrededor de 40 millones de personas en todo el mundo; la gripe asiática de 1957 que ocasionó 2 millones de muertos, o la gripe de Hon Kong con la que murieron 1 millón de personas.

Las gripes son ocasionadas por virus y dependiendo de las mutaciones, cada vez son más agresivas y letales.

Ahora bien, ¿cuál debe ser nuestra actitud ante las epidemias o pandemias originadas por virus?. En primer lugar estar preparados con prevención y curación y para ello la investigación científica ha avanzado mucho, aun cuando en nuestro país tiene limitaciones, ocasionadas por los últimos gobiernos. Pero no sólo esto, sino también actuar con serenidad y lucidez , sin prejuicios y mucho menos con angustia o miedo; pero incluso esto último sería mejor porque encuentra soluciones y no así la indiferencia o negar el problema, que finalmente da lugar a la rumorología y la catástrofe.

La influenza porcina, por todos los estudios serios que se han hecho o se están haciendo, es real y no hay que subestimarla. Se puede curar atendiéndola a tiempo, o bien evitar el contagio con medidas sanitarias y con el uso de vacunas cuando estas ya se tengan Esto es, desarrollar la cultura de la salud.

Los científicos han dicho que las pandemias se presentan cíclicamente en lapsos de 10 a 40 años, luego entonces por qué esperar para hacer algo hasta que se presenten. Hay que actuar a tiempo y no ser negligentes, para que no se repita lo que pasó ahora en nuestro país que desde el 24 de marzo de 2009 apareció un caso de influenza atípica en el pueblo de La Gloria en Perote, Veracruz y era para que de inmediato se hubieran tomado todas las medidas sanitarias necesarias y no esperar hasta que las recomendaciones vinieron de otras partes del mundo.

Con esta influenza que estamos padeciendo podemos hacer varias conjeturas (políticas, divinas, económicas, etc.); pero si nos quedamos en estas y reaccionamos cuando ya es demasiado tarde, podemos caer en la fatalidad. Es por ello que la emergencia sanitaria que se declaró en nuestro país a partir del 23 de abril de 2009, independientemente de nuestras posiciones políticas, deben ser valoradas en toda su extensión, pues se dieron en el marco cuando la OMS declaró la fase 5 para catalogar a la influenza como una pandemia, algunos países suspendieron los vuelos a México, en 23 Estados de la República se detectó la presencia del virus y, finalmente, cuando todas las evidencias hacen ver que la epidemia va a la baja, se decreta el levantamiento parcial de la contingencia.

A partir del 6 de mayo de 2009 se empezará a desactivar la emergencia sanitaria y el 11 de mayo se reanudarán las clases en el nivel básico. Ya habrá tiempo de hacer un balance, deslindar responsabilidades y poner a cada quien en su sitio, pero por ahora, sobre todo en el aspecto educativo hay que tomar varias medidas, porque definitivamente no todo debe seguir igual como si no hubiera pasado nada A este respecto, es conveniente que el regreso a clases se haga por etapas:

1. Fumigar las escuelas y acondicionarlas con las medidas higiénicas necesarias.

2. Establecer medidas sanitarias para los alumnos y todo el personal.

3. Reunión de maestros para analizar la situación de la epidemia, hacer ajustes a los programas de estudio, atender física y psicológicamente a los alumnos, elaborar boletines explicativos y científicos sobre el virus que ocasionó la epidemia, etc.

4. Reuniones con padres de familia para darles a conocer las medidas sanitarias y el papel que van a desempeñar, sobre todo para hacer conciencia y estar preparados para otras contingencias que se pueden venir como la reactivación del virus porcino, el cambio climático, agotamiento del agua, el envenenamiento del medio ambiente, la crisis económica, etc.

5. Organizar simulacros de epidemias en donde esté contemplada la ayuda mutua.

6. Reinicio de clases como si fuera inicio de ciclo escolar.

Profr. Amador Velasco Tobón

México, D. F., a 5 de mayo de 2009